Hongos mágicos en la cultura popular

Todo aquel que no haya estado viviendo en una cueva los últimos 50 años seguramente se haya topado alguna vez con alguna referencia a los hongos y a su capacidad para alterar el estado de conciencia.

Tienes que haber llegado recientemente de otro planeta para no conocer el famoso videojuego Super Mario Bros y su afición por aplastar tortugas e ingerir hongos fácilmente identificables como Amanita muscaria (entre otros psicodélicos como la Ayahuasca para subir al cielo, el Peyote para lanzar fuego y el anís estrellado para tener invulnerabilidad) que le ofrecían posibilidades como recuperar puntos de vida o vidas enteras y cambiar de tamaño y saltar más alto. También aparecen en juegos como la serie Metal Slug Amanita muscaria y otro hongo con aspecto de Psilocybe. En el juego Golden Axe: The Revenge of Death Adder también hay una fase en la que luchamos en un bosque lleno de Amanita muscaria.

El grupo argentino de rock La Renga le dedicó una canción sutilmente llamada «Psilocybe mexicana» con una alucinógena letra en la que describían el encuentro con una bella sirena desnuda que surgía en mitad de un río lleno de mugre y se perdía de vista cuando los efectos de los hongos se disipaban.

También han tenido sus apariciones estelares en diversas películas como en Asesinos Natos, donde los protagonistas se ensetan en el desierto; en Viaje alucinante al fondo de la mente; o en la lamentable Cabeza de muerte son otros films donde los hongos han hecho sus pinitos en el séptimo arte.

Por no hablar de otro famoso caso, esta vez literario: Alicia en el país de las maravillas.
La enternecedora historia una niña que se introduce en un mundo de fantasía y toma hongos
¿o era al revés? Para ser un cuento infantil, bien podría haber sido escrito por Hunter S. Thompson.

También posiblemente hagan alusión a la Amanita muscaria los colores de Santa Claus. Seguro que nos dejamos en el tintero muchas más referencias a este mágico hongo.

Estos son algunos ejemplos de la aparición de estas setas en diversas manifestaciones artísticas, sin entrar en detalle de cómo han influido ellas en el arte, porque eso sería material de estudio para varios artículos. Sin estar tan presente como la marihuana, que aparece ya incluso en los dibujos animados (para un público adulto), las setas alucinógenas poco a poco se están integrando en la cultura occidental.

Sea como fuere, la cultura popular se hace eco de una acción que el ser humano ha hecho costumbre ya desde la prehistoria: el consumo de hongos psiquedélicos.

Un cruel experimento con LSD mató al elefante Tusko

Un cruel experimento con LSD mató al elefante Tusko

El elefante Tusko

El elefante Tusko

El 3 de agosto de 1962, investigadores del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oklahoma, dirigidos por el reconocido colaborador de la CIA Dr. Louis Jolyon West (realizó la evaluación psiquiátrica de Jack Ruby), usaron como modelo animal para su experimento a Tusko, un elefante indio de 3000 kg del zoológico local.

El experimento en cuestión iba a ayudar a comprender el violento frenesí que los elefantes macho experimentan de una a dos veces al año tras completar su maduración sexual. Para llevarlo a cabo, suministraron a Tusko una dosis de 297 mg de dietilamida de ácido lisérgico (LSD) mediante un dardo disparado con un rifle.

Alrededor de cinco minutos después de administrar la LSD, al elefante le empezaron a temblar las rodillas para acabar desplomándose en el suelo entre espasmos. A los 20 minutos de haberle disparado el dardo lisérgico, se le administró 2800 mg de clorhidrato de promazina (un neuroléptico similar a la Thorazina) para contrarrestar la acción de la LSD en el organismo del paquidermo, pero sólo consiguió paliar levemente las convulsiones y la dificultad respiratoria.

Una hora después, el propio Dr. West le administró una cantidad no cuantificada de pentobarbital sódico en un intento sin éxito de salvar al elefante, muriendo este una hora y cuarenta minutos después de habérsele administrado la dosis de LSD.

Tras el fallido experimento, surgieron muchas dudas sobre que pudo ocurrirle a Tusko. La principal fue ¿qué le mató? Se dijo desde el primer momento que fue la LSD lo que acabó con la vida del elefante, aunque algunas mentes críticas cuestionaron públicamente que era una afirmación incierta ya que pudo haber sido la desmedida cantidad de clorhidrato de promazina o la cantidad desconocida de pentobarbital sódico las que acabaron con la vida del animal.

Otras voces se centraron en criticar que las cantidades de fármacos suministrados a Tusko fueron torpemente trazadas, ya que se calcularon en función al tamaño del paquidermo y no de otros parámetros como el peso, la bioquímica o la farmacocinética y farmacodinámica del elefante.

Hay una extendida teoría de que lo que pudo matar a Tusko fue el clorhidrato de promazina, ya que uno de los efectos de la thorazina (sustancia mejor conocida y muy similar) es la hipotensión ortostática. Esto es la caída de la presión arterial sanguínea tras haber estado de pie mucho tiempo. Una gran cantidad de sangre se acumula en las piernas impidiendo que la cantidad normal de sangre regrese al corazón, lo que da como consecuencia que tampoco sea posible que una cantidad adecuada de sangre salga del corazón para circular hacia el cuerpo, principalmente al cerebro.

Sea cual fuere la causa de la muerte, sin duda se trata de una de las mayores chapuzas hechas en nombre de la ciencia.

Enlace: http://www.lycaeum.org/w/images/2/23/LSD_Elephant_1069a.pdf

Feliz día de la bicicleta

Feliz día de la bicicleta

Bicicletas 1943

Bicicletas 1943

El 19 de abril de 1943 fue un día histórico en el siglo XX. Ese día el hombre no llegó a la Luna, ni empezó ninguna guerra ni tampoco terminó la que desolaba Europa a pocos kilómetros del laboratorio de nuestro protagonista.

Fue el primer día del resto del siglo XX. En Basilea, Suiza, el doctor Albert Hofmann retomó su investigación con el vigésimo quinto derivado del ácido lisérgico, la dietilamida de dicho ácido (LSD-25) que ya descubrió 5 años antes en su laboratorio de la farmacéutica Sandoz.

Ese día tomó 250 μg (lo que él pensó que era la décima parte de una dosis mínimamente activa) de supuesto medicamento para la estimulación circulatoria debido a que tres días antes absorvió accidentalmente una cantidad ínfima de dicha sustancia.

A los 40 minutos de ingerir la sustancia Albert Hofmann sintió un mareo por lo que decidió volver a su casa en bicicleta. Al encontrarse de esta manera, le pidió a su asistente de laboratorio que lo acompañara a casa montado en bicicleta ya que en aquella época de guerra, el uso de vehículos de motor estaba bastante regulado por el gobierno helvético.

Hofmann recuerda la intoxicación como «no del todo desagradable», pasando del miedo a una experiencia enriquecedora donde aparecieron colores y fluyó la imaginería mental. Unas cuantas horas después, los efectos remitieron. Algunas citas sobre su experiencia:

“A esta altura ya estaba claro que el LSD era el que había causado la experiencia previa, ya que las percepciones alteradas eran del mismo tipo, sólo que ahora mucho más intensas. Tenía que esforzarme por hablar de manera inteligible. Le pedí a mi asistente, que estaba informado del experimento, que me acompañara a casa. Fuimos en bicicletas, ya que por las restricciones de la guerra no había automóviles disponibles. Camino a casa, mi estado comenzó a tomar formas amenazadoras. Todo en mi campo de visión ondulaba y se distorsionaba, tal como se ve en un espejo curvo. También tenía la sensación de no poder moverme, pese a lo cual mi asistente me contaría luego que habíamos viajado muy rápidamente.”

“Poco a poco empecé a disfrutar una serie sin precedente de colores y formas jugando persistentemente detrás de mis ojos cerrados. Imágenes fantásticas surgían, alternándose, variando, abriendo y cerrándose en círculos, explotando en fuentes, reacomodándose e hibridizándose en un flujo constante”.

“Tuve la sensación de que veía la tierra y la belleza de la naturaleza como era cuando fue creada. Fue una experiencia maravillosa. Un renacimiento, ver la naturaleza bajo una luz nueva”

En ese día aparentemente normal, tuvo lugar el primer viaje con LSD de la historia de la humanidad. Posteriormente hubo muchos más, influyendo notablemente ámbitos como la ciencia, la tecnología y por supuesto el arte.

«Tomar ácido es una de las 2 o 3 mejores cosas que he hecho en la vida” – Albert Hofmann
(1906 – 2008).

No te pierdas este cómic sobre la historia de la LSD.

La fuente de las citas es LSD, cómo descubrí el ácido y que pasó después en el mundo por Albert Hofmann.

Albert Hofmann: vida y legado de un químico humanista

Albert Hofmann: vida y legado de un químico humanista

Albert Hofmann: vida y legado de un químico humanista

Portada del libro

En enero de 2015 estará en las librerias este nuevo libro de la Biblioteca Capitán Nemo de La Liebre de Marzo. Completo repaso a la vida del Dr. Hofmann y a todo su trabajo como químico y humanista.

El autor, J.C. Franco, no escatimó tiempo, ni entusiasmo, ni profundidad para completar este libro. Franco es licenciado en Filosofia y DEA del doctorado de la misma carrera, cuenta con un posgrado en Sociología y otro en Nutrición deportiva. Desde hace veinticinco años es profesor de filosofía y en ella encuentra su base para contemplar el mundo y la vida.

En el prólogo de Jonathan Ott leemos:

Aquí tenemos un libro híbrido: lo que, ateniéndonos al título, es una biografia de Albert Hofmann, el famoso químico visionario suizo, es simultáneamente una historia cultural de su más notable invención, la LSD, legendaria sustancia psicoactiva… Hofmann fue también el progenitor de tres fármacos de enorme éxito terapeútico y comercial… El libro trata hasta tal punto la filosofía de Hofmann que ofrece por completo (traducidas por el autor) dos conferencias filosóficas de Hofmann: la primera, sobre su visión de la realidad basándose en su teoría “emisor-receptor”; la segunda, sobre “la redención del tiempo a través de la eternidad”. En la sección de apéndices se incluyen varios escritos poco conocidos sobre enteognosia… También podemos leer en esa sección una entrevista a Hofmann, realizada por Antonio Escohotado a mediados de los años ochenta.

Más información