La dihidroergotoxina mesilato (compuesto a su vez por dihidroergocristina, dihidroergocornina y alfa y beta dihidroergocriptina) o Hydergina fue un medicamento desarrollado por el Dr. Albert Hofmann; originalmente creado para la demencia precoz (enfermedades tales como el Alzheimer) y la recuperación de accidentes cerebrovasculares, aunque no tardó en usarse como nootrópico.
Sus usos son muy numerosos: mejora los signos de deterioro mental, mejora la inestabilidad, el humor depresivo, el vértigo, la falta de sociabilidad, la concentración y la memoria.
Químicamente está emparentada con la dietilamida del ácido lisérgico (LSD) al ser derivadas del ergot (Claviceps spp.). Actúa en el cerebro bloqueando los adrenorreceptores alfa y estimulando los receptores serotoninérgicos y dopaminérgicos. Esto aumenta los niveles de monoamino oxidasa (MAO) y disminuye los niveles de catecolamina.
En un estudio en el que se observaban cambios en hipotálamo, hipocampo y cerebelo se vieron efectos más pronunciados en sujetos de avanzada edad en las partes del hipotálamo y el cerebelo; mientras que en adultos fue en el hipocampo. Esto quiere decir que el aumento de la actividad de la MAO en el cerebro durante el envejecimiento se puede modificar con un tratamiento con hydergina.
A pesar de ser un medicamento tan beneficioso, también tiene efectos adversos: Puede causar erupciones cutáneas, bradicardia, congestión nasal o aumentar el riesgo de ergotismo o fibrosis.
Los cuatro componentes de la hydergina anteriormente mencionados difieren sólo en cuatro aminoácidos proteinogénicos:
- Dihidroergocristina Fenilalanina
- Dihidroergocornina Valina
- Alfa-dihidroergocryptina Leucina
- Beta-dihidroergocryptina Isoleucina
Desde el 11 de diciembre del 2013 no se puede adquirir Hydergina en farmacias españolas por orden de la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios).
Bicicletas 1943
El 19 de abril de 1943 fue un día histórico en el siglo XX. Ese día el hombre no llegó a la Luna, ni empezó ninguna guerra ni tampoco terminó la que desolaba Europa a pocos kilómetros del laboratorio de nuestro protagonista.
Fue el primer día del resto del siglo XX. En Basilea, Suiza, el doctor Albert Hofmann retomó su investigación con el vigésimo quinto derivado del ácido lisérgico, la dietilamida de dicho ácido (LSD-25) que ya descubrió 5 años antes en su laboratorio de la farmacéutica Sandoz.
Ese día tomó 250 μg (lo que él pensó que era la décima parte de una dosis mínimamente activa) de supuesto medicamento para la estimulación circulatoria debido a que tres días antes absorvió accidentalmente una cantidad ínfima de dicha sustancia.
A los 40 minutos de ingerir la sustancia Albert Hofmann sintió un mareo por lo que decidió volver a su casa en bicicleta. Al encontrarse de esta manera, le pidió a su asistente de laboratorio que lo acompañara a casa montado en bicicleta ya que en aquella época de guerra, el uso de vehículos de motor estaba bastante regulado por el gobierno helvético.
Hofmann recuerda la intoxicación como «no del todo desagradable», pasando del miedo a una experiencia enriquecedora donde aparecieron colores y fluyó la imaginería mental. Unas cuantas horas después, los efectos remitieron. Algunas citas sobre su experiencia:
“A esta altura ya estaba claro que el LSD era el que había causado la experiencia previa, ya que las percepciones alteradas eran del mismo tipo, sólo que ahora mucho más intensas. Tenía que esforzarme por hablar de manera inteligible. Le pedí a mi asistente, que estaba informado del experimento, que me acompañara a casa. Fuimos en bicicletas, ya que por las restricciones de la guerra no había automóviles disponibles. Camino a casa, mi estado comenzó a tomar formas amenazadoras. Todo en mi campo de visión ondulaba y se distorsionaba, tal como se ve en un espejo curvo. También tenía la sensación de no poder moverme, pese a lo cual mi asistente me contaría luego que habíamos viajado muy rápidamente.”
“Poco a poco empecé a disfrutar una serie sin precedente de colores y formas jugando persistentemente detrás de mis ojos cerrados. Imágenes fantásticas surgían, alternándose, variando, abriendo y cerrándose en círculos, explotando en fuentes, reacomodándose e hibridizándose en un flujo constante”.
“Tuve la sensación de que veía la tierra y la belleza de la naturaleza como era cuando fue creada. Fue una experiencia maravillosa. Un renacimiento, ver la naturaleza bajo una luz nueva”
En ese día aparentemente normal, tuvo lugar el primer viaje con LSD de la historia de la humanidad. Posteriormente hubo muchos más, influyendo notablemente ámbitos como la ciencia, la tecnología y por supuesto el arte.
«Tomar ácido es una de las 2 o 3 mejores cosas que he hecho en la vida” – Albert Hofmann
(1906 – 2008).
No te pierdas este cómic sobre la historia de la LSD.
La fuente de las citas es LSD, cómo descubrí el ácido y que pasó después en el mundo por Albert Hofmann.
Portada del libro
En enero de 2015 estará en las librerias este nuevo libro de la Biblioteca Capitán Nemo de La Liebre de Marzo. Completo repaso a la vida del Dr. Hofmann y a todo su trabajo como químico y humanista.
El autor, J.C. Franco, no escatimó tiempo, ni entusiasmo, ni profundidad para completar este libro. Franco es licenciado en Filosofia y DEA del doctorado de la misma carrera, cuenta con un posgrado en Sociología y otro en Nutrición deportiva. Desde hace veinticinco años es profesor de filosofía y en ella encuentra su base para contemplar el mundo y la vida.
En el prólogo de Jonathan Ott leemos:
Aquí tenemos un libro híbrido: lo que, ateniéndonos al título, es una biografia de Albert Hofmann, el famoso químico visionario suizo, es simultáneamente una historia cultural de su más notable invención, la LSD, legendaria sustancia psicoactiva… Hofmann fue también el progenitor de tres fármacos de enorme éxito terapeútico y comercial… El libro trata hasta tal punto la filosofía de Hofmann que ofrece por completo (traducidas por el autor) dos conferencias filosóficas de Hofmann: la primera, sobre su visión de la realidad basándose en su teoría “emisor-receptor”; la segunda, sobre “la redención del tiempo a través de la eternidad”. En la sección de apéndices se incluyen varios escritos poco conocidos sobre enteognosia… También podemos leer en esa sección una entrevista a Hofmann, realizada por Antonio Escohotado a mediados de los años ochenta.
Más información
Albert Hofmann (11 de enero de 1906 – 29 de abril de 2008) fue un intelectual y químico suizo que descubrió la dietilamida del ácido lisérgico (LSD) estudiando los alcaloides producidos por el cornezuelo de centeno (ergot).
Doctorado en Zurich con distinción, trabajó en los laboratorios Sandoz. Junto a A. Stoll sintetizó también la Hydergina, se emplea en el tratamiento de algunas alteraciones geriátricas, y el Dihydergot, que contiene dihidroergotamina como ingrediente activo y se utiliza en el tratamiento de trastornos circulatorios. También sintetizó por primera vez la psilocibina.
Las autoridades suizas permitieron en diciembre de 2007 que se lleven a cabo experimentos en psicoterapia con pacientes que sufren de enfermedades físicas terminales. Será el primer estudio sobre los efectos terapéuticos del LSD en el mundo en 35 años.
Albert Hofmann en Erowid.
Albert Hofmann Foundation.
Colección Albert Hofmann.
Caricatura en alta resolución.
Haciendo una donación de 25.000$ a Erowid podréis conseguir el último blotter firmado donado a Erowid por Albert Hofmann. Impreso con tintas basadas en soja en papel de cáñamo libre de cloro, libre de ácido y, por supuesto, libre de LSD.